Con el objetivo de reforzar la protección de especies endémicas y frenar el comercio ilegal que afecta a la flora local, la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural ha intensificado sus esfuerzos en la Región de Antofagasta, en colaboración con la Corporación Nacional Forestal (Conaf). El foco de esta alianza es la protección de la cactácea Copiapoa cinerea y Copiapoa sp. , dos especies de cactus endémicos que se encuentran en grave peligro debido a la extracción ilegal. Estas especies, que son representativas de la flora del desierto de Atacama, crecen principalmente en el litoral de la región, entre Paposo y el sector norte de la Región de Atacama, incluyendo el Parque Nacional Pan de Azúcar. Sin embargo, su exclusividad y belleza han atraído a traficantes que las comercializan ilegalmente, tanto a través de internet como en viveros locales, lo que pone en riesgo su supervivencia. El trabajo conjunto entre la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente y Conaf busca abordar de manera integral el combate contra este delito, incluyendo la actualización de las normativas que regulan la protección de especies endémicas y exóticas. En particular, se están realizando ajustes en las directrices que definen la competencia de Conaf en estas áreas, así como evaluando posibles escenarios para mejorar la fiscalización de las especies en cuestión. Uno de los aspectos claves de este proceso es la recopilación de información crucial para las investigaciones relacionadas con el tráfico ilegal de plantas, así como la actualización y fortalecimiento de las leyes y normativas vigentes. Entre las normativas analizadas se incluyen la Ley 20.283 sobre Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal, la Ley 20.962 que regula el comercio internacional de especies amenazadas, y el Decreto Supremo 68/2009, que establece la lista de especies arbóreas y arbustivas originarias del país. En este contexto, Conaf tiene un rol fundamental como entidad técnica encargada de verificar la legalidad, trazabilidad y sostenibilidad de las especies, especialmente en situaciones en las que se sospeche de su extracción ilegal. El jefe subrogante de la unidad, comisario Luis Montecinos Sáez, destacó la actividad ya que es muy importante para potenciar la labor conjunta entre ambas instituciones para la conservación de especies endémicas que están en grave riesgo por la comercialización ilegal, en algunos casos, hasta en mercados internacionales.
Con el objetivo de reforzar la protección de especies endémicas y frenar el comercio ilegal que afecta a la flora local, la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural ha intensificado sus esfuerzos en la Región de Antofagasta, en colaboración con la Corporación Nacional Forestal (Conaf). El foco de esta alianza es la protección de la cactácea Copiapoa cinerea y Copiapoa sp. , dos especies de cactus endémicos que se encuentran en grave peligro debido a la extracción ilegal. Estas especies, que son representativas de la flora del desierto de Atacama, crecen principalmente en el litoral de la región, entre Paposo y el sector norte de la Región de Atacama, incluyendo el Parque Nacional Pan de Azúcar. Sin embargo, su exclusividad y belleza han atraído a traficantes que las comercializan ilegalmente, tanto a través de internet como en viveros locales, lo que pone en riesgo su supervivencia. El trabajo conjunto entre la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente y Conaf busca abordar de manera integral el combate contra este delito, incluyendo la actualización de las normativas que regulan la protección de especies endémicas y exóticas. En particular, se están realizando ajustes en las directrices que definen la competencia de Conaf en estas áreas, así como evaluando posibles escenarios para mejorar la fiscalización de las especies en cuestión. Uno de los aspectos claves de este proceso es la recopilación de información crucial para las investigaciones relacionadas con el tráfico ilegal de plantas, así como la actualización y fortalecimiento de las leyes y normativas vigentes. Entre las normativas analizadas se incluyen la Ley 20.283 sobre Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal, la Ley 20.962 que regula el comercio internacional de especies amenazadas, y el Decreto Supremo 68/2009, que establece la lista de especies arbóreas y arbustivas originarias del país. En este contexto, Conaf tiene un rol fundamental como entidad técnica encargada de verificar la legalidad, trazabilidad y sostenibilidad de las especies, especialmente en situaciones en las que se sospeche de su extracción ilegal. El jefe subrogante de la unidad, comisario Luis Montecinos Sáez, destacó la actividad ya que es muy importante para potenciar la labor conjunta entre ambas instituciones para la conservación de especies endémicas que están en grave riesgo por la comercialización ilegal, en algunos casos, hasta en mercados internacionales.