En la madrugada de este miércoles, un nuevo robo de cables eléctricos sacudió la región de Antofagasta, cuando una banda delictiva desmanteló parte de la infraestructura de la Compañía General de Electricidad (CGE) en el poblado de Baquedano. Los delincuentes derribaron 13 postes de la red de distribución eléctrica y sustrajeron más de 4.200 metros de cable de cobre, lo que provocó una interrupción significativa en el suministro eléctrico de la zona. Ante esto, el ataque se produjo cerca de las 2:00 de la madrugada, cuando los delincuentes, que se presume actuaron como parte de una banda organizada, llevaron a cabo un robo con características de alto nivel técnico. Según informó Rodrigo Bottinelli, gerente zonal de CGE en Antofagasta, este tipo de delitos está estrechamente vinculado al crimen organizado.Estas bandas cuentan con material especializado, personal técnico y una logística que les permite cometer estos delitos de forma eficiente y mover grandes cantidades de cobre a mercados ilegales, explicó Bottinelli. Asimismo, el personal técnico de CGE ya se encuentra trabajando en la zona afectada para reparar los daños y restablecer el servicio eléctrico a la mayor brevedad posible. No obstante, el robo de cables eléctricos ha sido un problema creciente en la región, afectando no solo a Baquedano, sino también a otras comunas como Chiuchiu, Taltal, Sierra Gorda y Lasana. Ahora bien, este nuevo incidente se suma a otros episodios similares ocurridos en la región, como el robo ocurrido el pasado 30 de noviembre en Cerro Los Morros, donde fueron destruidos 15 postes y sustraídos más de 6.000 metros de cable. En lo que va del año, CGE ha registrado un aumento alarmante en los robos de cables en la zona, con 55 episodios hasta el segundo trimestre de 2024, lo que equivale a más de 26.000 metros de cobre robados. A nivel nacional, el robo de cables de cobre se ha convertido en uno de los principales problemas de seguridad para CGE. En los primeros nueve meses de 2024, se han reportado 451 robos, lo que ha afectado a más de 165.000 clientes y causado pérdidas que superan los 2.190 millones de pesos, solo en reparaciones e infraestructura dañada. A nivel nacional, las bandas delictivas han sustraído más de 153 kilómetros de cable de cobre, equivalente a más de 45 toneladas de material. Rodrigo Bottinelli hizo un llamado a las autoridades a intensificar los esfuerzos para frenar esta ola de delitos, ya que, según él,no es solo una cuestión de infraestructura, sino de la calidad de vida de miles de personas que dependen de un suministro eléctrico estable. A pesar de las denuncias y querellas presentadas por CGE, las bandas siguen operando con impunidad, lo que genera una sensación de vulnerabilidad en las comunidades afectadas. Finalmente, el problema de los robos de cables eléctricos no solo afecta a la región de Antofagasta, sino que también ha golpeado con fuerza a otras zonas del norte de Chile, como Coquimbo y Tarapacá, donde el robo de cobre ha alcanzado niveles alarmantes.
En la madrugada de este miércoles, un nuevo robo de cables eléctricos sacudió la región de Antofagasta, cuando una banda delictiva desmanteló parte de la infraestructura de la Compañía General de Electricidad (CGE) en el poblado de Baquedano. Los delincuentes derribaron 13 postes de la red de distribución eléctrica y sustrajeron más de 4.200 metros de cable de cobre, lo que provocó una interrupción significativa en el suministro eléctrico de la zona. Ante esto, el ataque se produjo cerca de las 2:00 de la madrugada, cuando los delincuentes, que se presume actuaron como parte de una banda organizada, llevaron a cabo un robo con características de alto nivel técnico. Según informó Rodrigo Bottinelli, gerente zonal de CGE en Antofagasta, este tipo de delitos está estrechamente vinculado al crimen organizado.Estas bandas cuentan con material especializado, personal técnico y una logística que les permite cometer estos delitos de forma eficiente y mover grandes cantidades de cobre a mercados ilegales, explicó Bottinelli. Asimismo, el personal técnico de CGE ya se encuentra trabajando en la zona afectada para reparar los daños y restablecer el servicio eléctrico a la mayor brevedad posible. No obstante, el robo de cables eléctricos ha sido un problema creciente en la región, afectando no solo a Baquedano, sino también a otras comunas como Chiuchiu, Taltal, Sierra Gorda y Lasana. Ahora bien, este nuevo incidente se suma a otros episodios similares ocurridos en la región, como el robo ocurrido el pasado 30 de noviembre en Cerro Los Morros, donde fueron destruidos 15 postes y sustraídos más de 6.000 metros de cable. En lo que va del año, CGE ha registrado un aumento alarmante en los robos de cables en la zona, con 55 episodios hasta el segundo trimestre de 2024, lo que equivale a más de 26.000 metros de cobre robados. A nivel nacional, el robo de cables de cobre se ha convertido en uno de los principales problemas de seguridad para CGE. En los primeros nueve meses de 2024, se han reportado 451 robos, lo que ha afectado a más de 165.000 clientes y causado pérdidas que superan los 2.190 millones de pesos, solo en reparaciones e infraestructura dañada. A nivel nacional, las bandas delictivas han sustraído más de 153 kilómetros de cable de cobre, equivalente a más de 45 toneladas de material. Rodrigo Bottinelli hizo un llamado a las autoridades a intensificar los esfuerzos para frenar esta ola de delitos, ya que, según él,no es solo una cuestión de infraestructura, sino de la calidad de vida de miles de personas que dependen de un suministro eléctrico estable. A pesar de las denuncias y querellas presentadas por CGE, las bandas siguen operando con impunidad, lo que genera una sensación de vulnerabilidad en las comunidades afectadas. Finalmente, el problema de los robos de cables eléctricos no solo afecta a la región de Antofagasta, sino que también ha golpeado con fuerza a otras zonas del norte de Chile, como Coquimbo y Tarapacá, donde el robo de cobre ha alcanzado niveles alarmantes.